Hace unos dos mil años, un verdadero Hombre pero con una Sabiduría infinita dada su Naturaleza Divina, sentenció que no es lo que entra por la boca del hombre lo que le hace impuro, pero sí mancha a la persona lo que sale de su boca.
Recientemente, unos dos mil años después el hoy senador republicano por el estado de Luisiana, John N. Kennedy, ha volcado sobre sí mismo tremenda sentencia o si acaso advertencia para que cuidemos con total esmero que es lo que sale de nuestra boca, pero sentencia una vez ha salido.
Y es que no hay nada de malo en comer comida para gatos, menos aún si de sobrevivir se trata… en cambio vomitar desprecio nos puede traer la muerte eterna…
Debido a lo anterior siempre será un buen consejo cuidarnos de hacerla… por que de pagarla no nos salvamos…
Hasta de la palabra más ociosa tendremos que dar cuenta, así funciona la vida y de eso depende todo lo demás
Sin embargo esto es algo que a estas alturas lo tenemos todos claro, o al menos deberíamos.
Otra cosa que igualmente tenemos clara los mexicanos y que el mundo entero debería tener muy claro también, por la parte que le toca… Es que México sin los Estados Unidos de América, efectivamente no comería como hoy lo hace, incluso muchos tendrían que comer y no comida para gatos precisamente y además en su propio país y con los suyos. Por que esto se extiende hasta todo el continente por lo menos.
Respuestas hay muchas y fundamentos también, como las de Marcelo Ebrard en este enlace…
Pero no es eso lo importante, lo importante no es que dice cada uno de los millones de ciudadanos americanos o de cualquier país. Cualquiera puede proferir insultos y no es cuestión de estar monitorizando a todo el mundo.
Lo importante es “por qué” lo hizo… y más importante aún es por qué se lo permiten los demás…
Esto sí que es importante y diría también preocupante.
Siempre suelo decir que donde hay divergencia, existe una mentira. Esto es matemático.
¿Cómo pues se explica que en un gobierno, en un país en donde puedes tener problemas serios por insultar a alguna minoría le permitan a un senador ensuciar de esta manera tan excesiva a todo y a todos con lo que sale de su boca?
¿Acaso esto es legal en aquel país?
Será que en México debemos escoger entre el maíz transgénico y la comida para gatos?
Martín Garatuza