Donald Trump guía a su país a una guerra comercial perdida de antemano
En el año de 1942, un general detuvo sus fuerzas en una ciudad a orillas del río Volga.
Esta ciudad no era el destino final de este 6to ejercito alemán, sino que iban camino de la ciudad de Bakú, en el marco de la Operación Azul, con el objetivo de controlar los riquísimos campos petrolíferos de la región del Cáucaso.
Con el transcurrir de los hechos, en lugar de una victoria tan fácil como esperada, sobrevino una obsesión desmedida ante una férrea resistencia soviética, lo que llevó al desastre y a la derrota posterior del tercer reich.
Dicho general era Friedrich Paulus, y esta ciudad era Stalingrado.
En fechas recientes, ha habido mucho revuelo en todos los ámbitos mundiales, debido a las políticas y amenazas de Donald Trump en materia de aranceles y detrás de estos una velada guerra de divisas.
Las promesas por parte del presidente de los Estados Unidos, en nada demeritan a sus expectativas, todo lo contrario…
De tal manera que con Estados Unidos por delante, el mundo entero ha entrado en una época de miedo ante la enorme incertidumbre económica que se ha creado y que a día de hoy, campa a sus anchas por todos los confines del planeta.
Pero hagamos unas pequeñas reflexiones sin dejar que esta nube de desasosiego nos impida ver las cosas que tenemos justo delante de nosotros y que muy probablemente, al menos a la mayoría le tocará presenciar.
La primera, ¿por qué es imposible que Estados Unidos, de la mano de Donald Trump, pueda salir victorioso de esta batalla librada en los campos comerciales y de presión psicológica?
La respuesta es muy simple, veamos…
Para ganar hace falta tener ventajas y no desventajas, y Trump está haciendo un acopio de todas las desventajas posibles…
Estados Unidos tiene o plantea tener con efecto de quita y pon… aranceles con todo el mundo, en cambio todo el mundo y muy en concreto China, solo tiene aranceles con Estados Unidos.
Esto supone ya de por sí, supone una desventaja decisiva capaz de destruir rápidamente y desde los cimientos cualquier economía moderna y con ello la descomposición de las instituciones y del tejido social.
Un ejemplo de esto es la extinta Unión Soviética, en donde no todos fueron capaces de reconstruirse de forma sólida y aún están pagando las consecuencias, como es el caso de Ucrania o Moldavia.
Otra gran desventaja, tan enorme como evidente, es que plantear justamente una guerra comercial contra un país con una población 3 veces mayor que la estadounidense y con una costumbre y capacidad de trabajo mucho mayor que esas 3 veces, a priori no es inteligente.
Pero si además esa misma guerra comercial se libra contra otros países y todos a la vez… el desastre no solo será inminente, sino que también será inmediato.
Es cierto que así como la cúpula del tercer reich, apuntaba a los campos petrolíferos del Cáucaso… Donald Trump en realidad está apuntando sus objetivos a que la supremacía del dólar continúe y se afiance si cabe, más fuertemente que antes, por lo tanto su objetivo central son los bonos del tesoro estadounidense.
Pero en este caso, ¿pensará el señor Trump que lo que no puede conseguir mediante el comercio y la diplomacia, lo podrá conseguir con la intimidación generalizada y el autoflagelo?
Por que a cada golpe que da a un solo país, el suyo se lleva otro…
Difícil es pues, que Donald Trump logre guiar a su país hasta esos lejanos campos de Bakú, se quedará más bien entrampado en el propio Stalingrado que su propia vanidad a creado.
Y el día que pueda volver a ver con claridad, verá que sobredimensionando las propias fuerzas como hicieron los alemanes, a la vez que se menosprecian las fuerzas ajenas… solo conduce al fracaso.
verá que ninguna guerra comercial ni militar, se ha ganado desde la soberbia.
Pero…
¿Qué podemos aprender nosotros de todo esto?
No podemos entrar en un emprendimiento sin antes calcular nuestras propias fuerzas
Porque, al final, incluso los más poderosos terminan enfrentando las consecuencias de su soberbia.
Y esto vale para un pequeño negocio, para un pequeño paseo por el bosque, o para entablar una guerra mundial.