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Ferrari, el cementerio de campeones del mundo

El fracaso continuo de La Escudería de Maranello

En el imaginario colectivo de la Fórmula 1, Ferrari representa historia, gloria y pasión. Pero en los últimos años, ha ganado otro apodo, uno mucho más sombrío: el cementerio de campeones del mundo. Porque si bien muchos llegan a Maranello con títulos y esperanzas, la mayoría se va con frustración y promesas rotas.

Fernando Alonso: el casi eterno

Cuando Fernando Alonso se unió a Ferrari en 2010, parecía que era el momento perfecto para revivir los días de gloria. El asturiano venía de dos campeonatos con Renault y cargaba con el hambre de volver a la cima. Sin embargo, a pesar de rozar el campeonato en 2010 y 2012, la historia terminó siendo de amargura. Errores estratégicos, decisiones tardías y coches no a la altura lo dejaron siempre a las puertas del título. En 2014 se fue, hastiado, sin haber conseguido lo que parecía inevitable.

Sebastian Vettel: del cielo al limbo

Sebastian Vettel llegó a Ferrari en 2015 con cuatro títulos bajo el brazo. Muchos lo vieron como el nuevo Schumacher. Tenía carisma, talento y el deseo de construir algo grande. Pero la escudería italiana volvió a tropezar con la misma piedra: decisiones equivocadas, presión interna y falta de dirección. Vettel tuvo algunos buenos años, pero nunca el coche ni el equipo para competir de tú a tú con Mercedes. En 2020 fue descartado con frialdad. Otro campeón al que Ferrari le apagó la llama.

Lewis Hamilton: ¿una historia que se repite?

Con la llegada de Lewis Hamilton en 2025, Ferrari parecía lista para volver a la cima. Siete veces campeón, uno de los mejores de todos los tiempos, carismático y determinado. Pero la temporada ya ha comenzado a mostrar grietas. En la carrera de hoy, vimos una estrategia inexplicable que lo dejó fuera de toda posibilidad, mientras Leclerc fue claramente favorecido. ¿Descuido o patrón? Los fans ya lo están comentando: “otro campeón que Ferrari empieza a devorar”.

sede de ferrari
Maranello

¿Por qué Ferrari fracasa con campeones?

La Scuderia no tiene un problema de talento. Tiene un problema estructural. Sus fallos no están en los pilotos, sino en el corazón del equipo: política interna, presión mediática, cambios constantes en la dirección técnica, y decisiones que parecen más guiadas por el ego que por la lógica competitiva.

Cuando un campeón llega, lo que necesita es un entorno sólido, libertad para correr y respaldo. Ferrari, en cambio, les da caos, presión y expectativas imposibles.

¿Puede cambiar esta historia?

El mundo entero quiere ver a Ferrari ganar, pero no a costa de enterrar las carreras de leyendas vivas. Si no hace una transformación profunda, Ferrari podría seguir sumando nombres ilustres a su cementerio, pero no títulos.

Y como dijo Alonso alguna vez:

“Para ganar con Ferrari necesitas algo más que talento… necesitas un milagro.”

Ferrari y las órdenes de equipo: ¿por qué siguen saboteándose?

Otra carrera, otra polémica.

Lewis Hamilton, siete veces campeón del mundo, tuvo que pedir permiso para atacar al Ferrari de Leclerc, que esta más cerca del taxi que de ser campeón del mundo, y …
Sí, leyó bien. ¡Pedir permiso!
¿Desde cuándo el automovilismo premia la obediencia en vez del talento?

🎙️ Ferrari no solo compite contra Red Bull o Mercedes. También lucha contra sí misma.


¿Por qué Ferrari siempre da órdenes de equipo?

  • Control obsesivo: Prefieren perder con “disciplina” que ganar con libertad.
  • Política interna: Algunos pilotos son protegidos; otros solo peones.
  • Miedo al ridículo: Tienen tanto pánico a equivocarse que apagan el espectáculo.
  • Prensa italiana: La presión mediática es tan fuerte, que prefieren decisiones cobardes antes que arriesgar.

Pero lo que logran es lo contrario: más críticas, más frustración, menos gloria.


“No me imagino a Hamilton pidiendo permiso para rebasar al taxista de Leclerc.” — Un fan con sentido común.


Ferrari necesita dejar de ser una empresa de relaciones públicas…
y volver a ser un equipo de carreras.

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