El loro gris africano

El loro gris también llamado Loro de Cola Roja o simplemente Yaco, es un Psitácido de tamaño mediano.

Mide unos 30 cms y pesa alrededor de 500 grs. Su plumaje es de distintos todos de gris y blanco, siendo que las hembras suelen presentar tonalidades de gris más claras que los machos, además de tener un tamaño ligeramente mas pequeño.

 

 

El rojo de su cola será mas intenso y uniforme a medida que tengan más edad, mientras que en los jóvenes la cola aún puede presentar tonos oscuros, sobre todo en la punta. Así mismo el iris de sus ojos en los ejemplares más jóvenes será de un amarillo más claro que en los adultos que lo tienen de un amarillo intenso.

¿Cuánto vive un loro gris africano?

Como la mayoría de los loros es longevo, su vida puede prolongarse tanto como 60 o 70 años, incluso más dependiendo de diversos factores.

Hábitat del loro gris africano

Su hábitat natural está en las selvas africanas del Golfo de Guinea y en la extensa Región del Congo.

Viven en comunidades bien organizadas y estas pueden llegar a ser muy extensas, incluso formadas por centenares de loros. Aún así crean vínculos de pareja estables y su sociedad es jerarquizada en base a la edad.

Comportamiento del yaco o loro gris africano

El yaco, es un animalito muy social y muy inteligente, lo que le hace muy sensible sobre todo en caso de vivir disgregado, con los humanos por ejemplo. En este caso necesita mucha atención y sentirse un miembro más de la familia.

Es en estos casos cuando hablan y se vuelven creativos, en cambio cuando están tristes y deprimidos por no sentirse correspondidos, se vuelven huraños y llegan incluso al extremo de arrancarse sus propias plumas. Esta es una práctica común también en el resto de los loros y es impresionante ver  a un loro en esas condiciones. 

 

 

Su inteligencia y capacidad de hablar se acerca a la del Loro Huasteco (amazona oratrix), el famoso “cabeza amarilla”. Realmente presentan comportamientos muy similares tanto en su vida silvestre como formando parte de una familia. 

Son grandes imitadores tanto en su hábitat natural como en la parte mas alta de una cocina o terraza.

Les divierte controlar todo desde arriba y observar las reacciones y desconciertos que causan con sus imitaciones y sonidos.

Son también grandiosos parlanchines. Mientras más a gusto se sientan más hablarán. 

Sus diálogos y sonidos siempre son en relación a algo en concreto. Lo que comprueba que responden a razonamientos específicos.

Si por ejemplo, escuchan una palabra que les recuerda una canción que se sepan, normalmente se pondrán a cantarla siempre que se encuentren cómodos.

 

 

Comportamiento social del yaco o loro gris africano

Los yacos se saludan entre sí inclinando la cabeza varias veces, para ellos es un gesto amistoso que también funciona si es un humano quien los saluda de esa forma, a lo que rápidamente contestan con el mismo gesto.

A partir del cual se puede fácilmente estrechar un vínculo con ellos, entrando así en una zona de mayor confort.

Es una declaración de amistad que aceptan en el acto sin pensárselo dos veces. No obstante poseen una enorme capacidad de captar los estados de ánimo y hasta las intenciones de los demás, manteniéndose huraños y a la defensiva en determinados casos.

Si aún en cautiverio viven en pareja o en compañía de más yacos, su atención se concentrará más en los de su especie, y si bien seguirán siendo muy simpáticos y amistosos.

En este caso es más que probable que no desarrollen tanto su vocabulario ni su repertorio de canciones, concentrándose si acaso algo más en las imitaciones pero a nivel grupal tal como hacen en la naturaleza.

La atención que necesitan en tal caso la recibirán de entre ellos mismos, siendo que son fuertemente dependientes de la vida en pareja. Sin embargo esto garantiza que vivan felices en cautiverio.

 

Si las condiciones son óptimas y se sienten seguros y con alimento, las hembras pueden poner entre 3 y 5 huevos en cualquier época del año.

Esto en la naturaleza puede variar dependiendo de la disponibilidad de alimento y diversos factores que puedan ser motivo de estrés o supervivencia.

Suelen anidar en las partes mas altas de los árboles pero en los troncos, aprovechando cualquier cavidad que este presente, haciendo ellos el resto en caso necesario.

 

 

Como a todos los loros, les gusta comer frutos de colores brillantes, que picotean y difícilmente terminarán de comer, yendo siempre en busca de otro que llame más su atención. Esto como parte de su función en el ecosistema. Su dieta la completarán buscando semillas que les aporten grasa y energías. 

Además los loros practican la geofagia. En la naturaleza pueden ir volando en parvadas a sitios donde puedan comer tierra o arcilla. En cautiverio a alguno le podrá parecer extraño verlos picoteando el mismo suelo o algún ladrillo. Los alimentos especializados ya consideran estas necesidades en su alimentación.

El yaco o loro gris como mascota

El yaco puede resultar ser un gran compañero pero es de considerar su alta  dependencia al vínculo que genera, además de la responsabilidad que ya sí representa tener cualquier animalito en cuanto a cuidados y atención, siendo este aún más demandante en esta última.

De modo que no es apto para una persona que viaja o que no tiene una vida totalmente tranquila y sedentaria.

En cambio hacerse con una pareja de yacos ya es diferente, como comentábamos antes. Sus necesidades afectivas quedan cubiertas y siguen siendo una buena compañía. 

Todos los animales en general tienen mucho que enseñar, mucho que decir, solo basta observarlos. Incluso a muchos les puede recordar como debe de ser la propia naturaleza humana, pero no lo es… no siempre…