Para los aficionados al mate, tanto su preparación como beberlo es parte casi de un ritual. Sin embargo su forma de prepararlo responde a un motivo, y es obtener la mejor infusión posible de la yerba mate en este caso, pero si se observan las formas de preparar los diferentes tés en otras culturas veríamos que el fondo es el mismo.
Uno de ellos, quizás en el que más atención suelen poner, es no hervir el agua, sino calentarla a unos 70 u 80 grados centígrados.
Después suelen agregar en el mate, que es el recipiente donde lo van a mezclar y de donde lo van a beber, la yerba mate, normalmente con palo, es decir; con aproximadamente un 30% de ramita y el 70% de hoja seca, esto hasta dejarlo a más de la mitad de lleno, incluso a 3/4 partes de la capacidad del mate. No faltará quien prefiera 4/6 o ¿quizás el mate en su capacidad 0.618 de fibonacci?… en realidad hay distintas corrientes y cada una defiende su posición. Yo me uniría a este último grupo, sin duda.
Por su parte, los mates originales de los indios guaraníes son los guajes obtenidos de las calabazas (lagenaria vulgaris) , también llamados bules, porongos, jícaras, entre otros. No obstante hoy en día existen mates de todo tipo, de cerámica, metálicos, de vidrio, de madera, etc. También va en gustos.
Una vez teniendo el mate con la yerba, se tapa con la palma de la mano y se agita. Este proceso hará que quede la mano llena de polvo residual lo que es conocido como “palma de mate”.
Finalmente la yerba mate se deja de forma diagonal, vamos a decir, desnivelada dentro del mate. He visto que algunos le agregan agua tibia, muy poquita, y otros en cambio agua fría y que incluso escupen el primer sorbo resultante, pienso que esto es una especie de lavado final. Este proceso no se hace con agua caliente para que no se queme el mate y pierda su sabor.
Cebado del mate.
Comienza el ritual. Una vez se tiene la yerba mate inclinada, ahora sí se agrega el agua que teníamos caliente previamente en un termo por ejemplo. El agua se agrega en la parte final poco a poco, muy lentamente. La idea es que el agua entre de abajo hacia arriba haciendo que una buena parte de la yerba mate termine flotando pero sin mojarse. No debe mojarse todo el mate nunca jamás y menos batirlo junto con el agua si no quieres ser deportado.
Bombilla del mate.
La bombilla es una pequeña barra a modo de cubierto pero con un hueco, realmente es una pajilla o popote metalico vamos a decirlo así, Esta se mete con sumo cuidado por la orilla del mate no por el centro. Esto para no humedecer la yerba mate que sigue flotando y para no llenarla del polvo de la yerba que aún permanece seca
En este punto se agrega el resto del agua de forma igualmente suave ahora sí hasta llenar el mate. Después solo se va rellenando de la misma forma.
Un mate bien cebado queda muy parecido a este.
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La yerba mate en sí (Ilex Paraguariensis) es un árbol nativo de la Selva Paranaense. Una ecorregión que comparten tres países, Paraguay, Argentina y Brasil. Es por cierto en donde se encuentran las cataratas de Iguazú, en la frontera entre Argentina y Brasil, para tener una referencia.
La yerba mate se tarda en quedar lista para el mercado 4 años, y si bien es la bebida nacional de los argentinos, es también muy común y propia igualmente de regiones de Brasil, Paraguay, incluso Perú y sur de Chile.
Algo a resaltar de esta yerba es que tiene 22mg de cafeína por cada 100 gramos de infusión. El café por ejemplo tiene 40 mg de cafeína, por lo que no dista demasiado la una del otro.
